–Evolución es la ley del más fuerte. Por eso nuestros primos asiáticos, que son más pequeños, ya no viven en África.
–Pues para mí evolución es que vuelvas de noche después de pasar todo el día sudando por esos caminos de Dios, derribando árboles a cabezazos y discutiendo con los rinocerontes, y que, porque te has parado un momento a saludar a un amigo, la parienta te suelte que qué horas son esas de volver a la manada, que si has estado por ahí de parranda o en la charca con las leonas. Y en lugar de tocarte la trompa, como hacía al principio, va y te toca los…
© DOMINGO ALBERTO MARTÍNEZ
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